28 de enero de 2010

Inquietudes

¿Que si tengo ganas de lamerte, besarte, morderte, amarrarte, llenarte, vaciarte, amarte, odiarte, romperte, gritarte, comerte, tomarte, tocarte, rodearte, arrullarte, cambiarte, perderte, encontrarte, mirarte, escucharte, hablarte, saborearte, encenderte, apagarte?

Y encima de todo, cada noche cerrar los ojos para dibujarte y dejar de soñarte.

De internet basura y otras cosas...

Estoy sorprendida con el servicio que ofrece la bolsa de trabajo de OCC. Lo único bueno es que no estoy buscando uno ahora.
Hola Sandra,
Como parte de tu servicio de agentes busca empleo, a continuación te mostramos las vacantes relacionadas con cada uno de tus agentes de búsqueda:
Agente "redactor" (MX-DF-Y Zona Metro.) encontró 0 nuevas ofertas de trabajo
Agente "fotografo" (MX-DF-Y Zona Metro.) encontró 0 nuevas ofertas de trabajo
Agente "Reportero" (MX-DF-Y Zona Metro.) encontró 0 nuevas ofertas de trabajo
Agente "comunicacion" (MX-DF-Y Zona Metro.) encontró 0 nuevas ofertas de trabajo
Agente "periodismo" (MX-DF-Y Zona Metro.) encontró 0 nuevas ofertas de trabajo

Es risible. En verdad, no entiendo para qué se toman el tiempo de enviar un mail en CEROS y llenar mi bandeja de basurita insignificante.

21 de enero de 2010

De hombres y mujeres

Tenemos 5 situaciones:

Esta es una mujer inteligente que tenía un novio con el que mantuvo una relación amorosa que duró más de tres años. Este novio se sintió cornudo y comenzó a espiarla por todas las vías, reales y virtuales. La pareja tronó. Ahora ella regresó con un chico con quien debe hacer bien las cosas, antes las había hecho mal y debe resarcir el daño. Puede que sean felices.

Esta mujer gusta de llamar la atención, en realidad podría hacerlo sin necesidad de presionarse tanto por lograrlo. Ella conoció al hombre que provoca que las hormonas adolescentes enloquezcan. La chica no quería nada serio con él hasta que lo quiso. Él no lo sabía y quizá nunca lo sepa. Ella abortará la misión porque tiene miedo. Puede que sean infelices.

Esta mujer está lastimada de por sí. Después de una relación que terminó luego de una década y algún desengaño, quiso volver a intentarlo con un chico nuevo. Empezó dando pasos pequeños, pasos bien pensados y totalmente comprometidos. Ella quería comenzar a pisar más largo cuando se enteró de que el susodicho estaba intentándolo por varios frentes. Ella será feliz.

Esta es una mujer divertida, bonita e inteligente. Ella conoció a un hombre simpático, guapo e inteligente. Llevan más de 3 años conociéndose y, aunque han tenido desencuentros y tristezas, han sabido superarlos; les queda claro que quieren estar juntos. ¿Qué pareja no ha tenido desencuentros y tristezas? Es casi seguro que serán felices.

Esta mujer sonrió cuando encontró a este hombre, uno bien parecido, decidido y sonriente. Lo conoció un día y lo desconoció al siguiente. Un año después lo reencontró y se reconocieron. Entonces comenzó la montaña rusa de las emociones. Ella lo engañó. Luego él la engañó. Él le quiso creer. Luego ella le quiso creer. Quieren ser felices juntos –¿querían ser felices juntos?–. No saben cómo.

14 de enero de 2010

Año nuevo, vida nueva

Como podrán darse cuenta, "La cronista fashion de la Warrior" no existe más. Le tuvimos que dar "matarili" porque ese título nomás ya no tenía que ver con "el concepto de este blog, goooeeii".
Así como en algún momento tuvimos que despedirnos de "No quiero escribir historias de amor" –porque la etapa de la poesía y el sufrimiento y el dolor y los golpes de pecho y el chillido de rata (aaayyy!!) había quedado atrás–, ahora toca decirle adiós a lo fashion y a lo warrior porque ya se me hizo ridículo ese título.
Pero la cronista sigue y seguirá siendo la madre y señora de este espacio.
Démosle, pues, la bienvenida ("Bienvenida, Yo", como dijió un día MariagnaPratts) a este Reloaded. Siempre es buena una refrescadita, ¿a poco no?
El título y la imagen de este blog cambió; no así el objetivo.
Seguiré relatando mis desventuras (con texto e imágenes), agradeciendo mis ratos de buena suerte (como aquel que no les conté, cuando estaba yo en el metro balderas y me dio por comprarme un raspadito y que ¡zas! me gano los 50 varitos, pooots! Brinqué y grité tanto de la alegría que todo el mundo volteaba a ver a la pobre loca. Y pues sí me clavé y me volví fans del raspadito, a veces ganaba 5 y a veces nada. La última vez gasté los únicos $5 que traía en la bolsa y perdí. Juré que jamás volvería a comprarlos. Noooot!)
En fin, también seguiré burlándome de mis tonterías.
Sin más por el momento, les dejo una fotito linda de nada más y nada menos que CANTINFLITAS!!!

10 de enero de 2010

Propósitos 2010

El 31/12/09 no hubo uvas ni lista de propósitos.

Hoy sí.

1. Leer más.
2. Ahorrar muchísimo. 2010: Austeridad.
3. Bajarle al malgenio.
4. Reducir el café y las cosas que le hacen daño a mi corpocito.
5. Disfrutar más de mi familia.
6. Encontrar un hogar.
7. Escribir más.
8. Iniciar la tesis.
9. Mantenerme en mis 50 kg. de seducción (seguir con el alimento equilibrado y el ejercicio)
10.  Clavarme en la foto.
11. 
12.

Uy, faltan 2. Aún tengo 11 meses para pensarlos... ¿Recomendaciones?

4 de enero de 2010

Durante mucho tiempo soñé con conocerte

Ok, este post data del 18 de diciembre del 2009, peeeeerooooo, dadas las circunstancias del fin de año y la poca recepción que mi cerebro tuvo durante ese mes, me vi obligada a guardarlo durante más de 20 días hasta ahora que lo publicaré.
Sí, durante mucho tiempo fantasié con conocer el bosque surrealista ubicado en Xilitla. Nunca imaginé lograrlo tan prontamente pero lo logré. Acá va la historia.
Los viajes largos es mejor hacerlos de noche, la oscuridad obliga al sueño y a perderse en un lugar fuera de autopistas, carreteras, curvas y asientos incómodos. Así comenzó el viaje de mis sueños. No, en realidad empezó algunos años antes, cuando recorría el MAM del DeFe con mi amiga Dulce (cómo te extraño, dulcesito) y encontré el libro que me ofrecía a Xilitla en todo su esplendor. Yo andaba ansiosa en ese momento con la cosa del surrealismo, que si éste pintor, que si éste fotógrafo, que si éste escritor, que si ésta película; total que cuando ví el bosque verde verde con construcciones rarísimas pensé: "tengo que ir".
Durante los primeros meses el año quise planear el recorrido pero nomás no se armaba, le dije a Vanessa, le dije a Aldebarán y finalmente le dije a Montse. Fue ella quien dijo: "yes"; en realidad no dijo eso, en todo caso hubiera dicho "Ja", o sease, alemán.
Pero aquello no se detenía ahí –en el bosque surrealista–, la cosa era aprovechar las horas de traslado y conocer más lugares en San Luis Potosí... Real de Catorce, pensé. ¿Por qué no?
Luego de charlar ambas dos, de desayunar jotqueics en su casa, visitar varias páginas de internet, seguir indicaciones, ir a la central a buscar un boleto que nos llevaría a nuestro destino final y brincar de felicidad cuando nos dijeron que alcanzábamos descuento de estudiante y maestra, compramos boletos de aquí a Matehuala. Y de ahí a Real.
Salimos de acá entrada la noche, dormimos 7 largas horas que se nos fueron como agua y llegamos a Matehuala cuando clareaba. Desayunamos un café y tomamos otro camión a Real. Llegandito allá nos encontramos una alfombra de nubes, ¡pots! ¿Pues a qué altura estábamos que veíamos las nubes pa'bajo? Luego el tunel de 2km del que todos hablan y que separa el pueblo de aquella visión esponjosita y blanca.
Una vez que estuvimos del otro lado del cerro fuimos a buscar hotel; en el camino, un señorcito nos halló y nos ofreció conocer el pueblo fantasma a caballo. Le pedimos tiempo para comer, luego lo buscaríamos. No bien habíamos pasado 2 horas de estancia en el pueblo cuando ya estábamos encima de nuestro respectivo caballo. No pude no temerle al mío, qué tal si corría desbocado?, qué tal si gustaba de aventarse a la nada?, qué tal si me tiraba en un ataque de locura y relinchidos?, qué tal si era un rebelde que hacía caso omiso de cualquier tipo de orden?
Pensaba todo eso cuando empezamos a subir por la pendiente del cerro que nos llevaría a las ruinas.Y, entonces, el caballo pedorro. Sí "El Mariachi", el que le había tocado a Montse, era el líder pedorro que no admitía que nadie le ganara el paso, el cuadrúpedo no soportaba las subidas porque su estómago comenzaba la revolución y ¡zas! pedos. Total que mi caballito –bien portado y con muy buena educación, sin pedos– siempre tuvo que mantenerse atrás, oyendo los pedos, que no oliendo, gracias al cielo todo fue inodoro, incoloro e insaboro.
En las ruinas todo fue historia. Y fotos que están en el Facebook.
Con esta subida a caballo amé mi regreso a la montura, hacía años que no me subía en uno de estos machos. Fue maravilloso volver a hacerlo. Ese día, el primero de nuestro viaje, lo terminamos recorriendo el pueblo, iglesias, cementerios e incluso caminando por veredas no turísticas y subiéndonos un columpio lo suficientemente oxidado como para tirar a alguna de las dos a la tierra.
Ah, también cenamos algo, tomamos café, un par de chelas, compramos aguamiel, jugamos futbolito y como no había mucho que hacer en la noche regresamos a nuestro cuarto a tirar cartas.
Al día siguiente volvimos al caballo, esta vez fuimos a un santuario huichol. Wow, la cosa espiritual fue tan impresionante que Montse se sintió rara. Yo sólo quería probar peyote, pero no hubo oportunidad. Luego de nuestra andanza muy arriba de un cerro, partimos rumbo a Matehuala, luego SLP y finalmente Xilitla.
Esa noche la pasamos en San Luis. Por la mañana conocimos unas iglesias barrocas hermosas y fuimos testigos del funeral de un sacerdote, también sufrimos porque no pudimos tomarle fotos a la estación de tren y porque no pude conectarme al chafa WiFi del hotel.
Una vez que agarramos camino a la sierra, eran cerca de 5 horas, el sufrimiento y los ascos atacaron a Montse. Las curvas estaban increíbles pero yo estaba tan concentrada mirando una película con Antonio Banderas –y analizando la buena pareja que hace con la Melanie -zorra- Griffith–, no las sentí. No así de regreso. Se me subió el color, pero ya llegaré a esa parte.
Llegamos al pueblito a eso de las 8pm. A 10 minutos de arrivar, el chofer nos invitó a comprar unos panes rellenos de queso, así que yo andaba feliz con mi bolsita de papel de estrasa y ansiosa de comerme mi pan con un rico café de olla.
Pero primero teníamos que encontrar el hotel.
No tuvimos mayor problema. Lo encontramos y nos instalamos. Luego buscamos algo para cenar. Chelas y café incluido. Recorrimos rápidamente el pueblo, vimos la iglesia, súper antigua y finalmente volvimos al cuarto a jugar cartas y beber cervezas. ¡Estábamos cansadísimas! Pero no lo suficiente, un señor nos fue a callar al cuarto por escandalosas. Ja.
Al día siguiente salimos a desayunar, yo me chingué unas enchiladas potosinas y Montse un tamal (Aldebarán perdió los suyos). Terminamos y comenzamos a caminar. Luego de un recorrido que incluyó granos de café, pieles de víbora, charcos enlodados, ruiditos de un río, saludos de los lugareños y harta de la ilusión, por fin llegamos.
La visita fue estupenda. Montserrat es una excelente compañera de viaje y más aún de aventuras. Subimos, bajamos, caímos, creímos que caímos, anduvimos, nos perdimos, nos encontramos, temimos, ella tuvo un conflicto con el lente de su cámara y yo con mi capacidad de orientación, pero finalmente estuvimos encantadas. Luego de llegar a las cascadas y de terminar empapadas comimos en el restaurante y bebimos vinito. Después volvimos al pueblito.
El viaje tenía que terminar. Fuimos a comprar los boletos y a cenar en un lugar pedorro y horrible, carísimo y con un servicio pésimo. La cena estuvo rica pero no la bienvenida, ni modo.
Fuera de las largas horas del viaje y de las curvas de la Sierra lo demás estuvo excelente.
Pronto volveré, Xilitla.

3 de enero de 2010

2010, ahí te voy


Yiiiijaaa!!!
Comenzó el año 2010 y aunque no fue el mejor inicio –por culpa de estupideces de publirelacionistas que no conocen su chamba lo suficiente– estuvo bueno porque arrancó en la playita, con fuegos artificiales que se dibujaron en un cielo azul índigo y asemejaban lindos y románticos dientes de león, con una rica copa de champaña MÖET (pots!) llena hasta el copete y haciendo lo que más amo en el mundo: tomar fotos, fiestear y embriagarme, jaja.
Este año me tocó recibir al Año Nuevo desde Los Cabos. Sí, señores. Con toda la parafernalia de una fiesta para ñores pudientes, y yo, como ardua trabajadora de la revista socialité pues fui y disfruté. Poco, pero disfruté. Caminé por la playita, me metí a la alberquita, me eché unos (san) drinks y mmh, ¿qué más?, ah, sí, ví el amanecer del primer día del año desde el balconcito con vista al mar. Wow.
También recibí muchos mensajes de mis amigos más queridos y del hombre que amo. Y desde lejos me llegó el amor de mis padres y los mejores deseos de mis carnalitos de doble raya.
Y, a pesar de que este año no hubo calzones rojos, ni recorridos por la calle con la maleta, ni –chale, malditasea– 12 uvas que contaran uno a uno los propósitos a cumplir, seguro que el año que inicia será mejor que el que se acabó.

Porque así es esto. La cosa es superar más obstáculos, cumplir más metas, llegar más lejos, besar más seguido, más rico, más cadencioso, más romántica y también más suciamente al individuo que me trae cacheteando la banqueta. Ah, claro, tmbn trabajar mucho, muchísimo, porque con las estupideces de la subida al IVA seguro ya no me alcanzará ni pa'l café de todos los días.
Y bueno, 12 propósitos son muchos. Hay uno sólo que golpea agudamente mi cabeza y es en el que me enfocaré. Los otros ya irán saliendo sobre la marcha.

A todos los lectores de este modesto blog, les envío mis mejores deseos. Besos. Abrazos. Y pura buena vibra para llegar al 2011 con el ánimo bien arriba.