La verdad es que esta vez no me la pasé tan chido como otras, me engenté y me dio un poco de pena darme cuenta de que después de muchos años (no recuerdo cuántos) de marchar... al final siempre ves lo mismo: muchachos disfrazados, otros mostrando las tetas, la mayoría pasándosela chiro, mucha pachanga y hartas "discos" promocionándose con muchos kilos de carne salida de gimnasio y rostros de revista encima de autos y camiones (qué bombones! Wendy dice q ya es hora de visitar el Lipstick xq esto es lo q nos darían de cenar - qiero decir a ella, yo ya tengo una cosa rica qué cenar, mmmh -:).
Bueno, sí hubo algo diferente, en esta ocasión la marcha cayó en 28, día en que se celebra a San Judas Tadeo... en la iglesia de San Fernando... o sea que el desmadre vial que se armó con la marcha se multiplicó por la cantidad de gente que -como cada 28- carga sus SanJuditas de todos tamaños para asistir a dicho recinto religioso (ay, qué propiaaa!). Para los ortodoxos el conjunto sería una cosa impensable, pero ahí también se podían ver muchachos tomando a su pareja con una mano y cargando su imagen con la otra.
Y qué decir de los compadres muy machos que andan metiendo los dedos donde no deben.
Tal vez sea que ya me estoy poniendo vieja pero apenas iba en el cruce de Reforma e Insurgentes y ya me dolían las rodillas. Llegando a la Torre Latino sí tuve que sentarme. Esta la tomé antes, no crean que me senté detrás de los huevitos de los perros esos q andaban con el muchacho del sombrerito.
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