7 de mayo de 2008

De los novios que viven lejotototes

Mentar madres por tardar 3 horas para llegar a algún lugar es de lo más común. Debí pensar en eso antes de aceptar un novio que viviera hasta "TultiHollywood", pero ¡vamos! yo no creí que estuviera tan lejos, menos aún si conocía gente que se trasladaba diariamente desde Tulti hasta Ciudad Universitaria. Además luego me citaba con Paris (quien vive por allá y ejecutó la sencilla labor de Cupido) en Bellas Artes, platicábamos un rato y al final él me acompañaba hasta el metro Warrito muy nochezote, entonces yo en mi ingenuidad creía que no había tanto pedo, que la cosa estaba leve.
El primer día que viajé hasta Tulti sí me asusté. En primer lugar me fui por una ruta desconocida - había llegado a aquellos lares (Villa de las Flores) por Indios Verdes (o sea, iba rumbo a Coacalco) - y sí conocía el Peri de cuando viajaba diariamente a Mundo E, o de más atrás cuando iba a Valle Dorado cada ocho días, o igual cuando iba a Querétaro, pero mi conocimiento llegaba a PeriNorte, el resto se volvió nuevo para mí. Me espanté más porque se estaba haciendo de noche y no quiero imaginarme lo que hubiera sucedido si no hubiera sabido dónde bajarme o haberme pasado holgadamente unos cuántos kilómetros.
La verdad a mí siempre me ha gustado eso de la aventura, como cuando fui a tomarle fotos a la prima quinceañera de La Zorra a noséquépinchipueblo, allá en Guanajuato (de entrada me subí en el autobús que hacía más paradas, luego agarré un guajolotero - ni era tanto - que me dejó en el pueblo incorrecto, y bueno al final sí llegué - corriendo - a la hora de la misa, antes de que le dieran la hostia a la muchacha) o cuando fui a una entrevista para TyT a un municipio del Edomex que la verdad ya no me acuerdo del nombre, pero también andaba yo medio perdida - y medio emputada.
Entonces sí me gusta la aventura, lo que no soporto es el tráfico o desconocer el terreno - cual soldado -. Aquel día que quise sorprender a mi galán, la sorprendida fui yo. No salió como esperaba y eso es algo que me puede causar mucha molestia, enojo, ira y emputamiento. Iba yo dentro de una "combi" y parecía chamaca: todo me sorprendía. Y no es que yo no salga mucho, lo que me sorprendía era ver cosas desde otra perspectiva o lugares supuestamente muy lejanos ¡y ahora pasaba junto a ellos!
Lo que más me sorprendió fue cuando pasé sobre la López Portillo, ya bien cerca de la famosa "Bandera", y comencé a ver los finos establecimientos por los que el municipioi es famosillo y ¡zas! que me encuentro con uno: $200 pesos la noche era lo que le ofrecían a las chicas que accedieran a trabajar ahí($200 más propina, quiero suponer) "¡jijos!", pensé, "¡pero qué poquito varo! ¿No qué el sexo vende?" Si en una de esas se me ocurriera salir de mi pobreza a costillas de mi cuerpecito seguro que no vendría a buscar colocarme acá. Sacar nomás 1000 varos a la semana, aunque quiero imaginar que viernes, sábado y domingo 'ta más chido, está bien jodido. Pero no lo sé.
En fin, después de un par de horas, muchos - muchísimos - autos y tráfico de a montón llegué a la dichosa bandera con mi peor genio. Pero ahí estaba mi gallardo caballero, viviendo a un par de horas de donde yo, yendo por mí al DeFe, llevándome de regreso a mi casita y él nunca NUNCA nunca se había quejado, así que yo debía bajarle a mi berrinche. Pero una siempre quiere que la consientan así que mediomeenojé y le saqué hartas de las caricias y cantidad de los besos y pus que me contenta.
...Hay quienes dicen que el amor se acaba en el Viaducto y creo que tienen razón. Ni modo, mi feliz tórtolo, empieza a despedirte de Tulti. O al paso que voy igual soy yo la que se va pa'llá.

Anuar subió mi foto a su blog
, así nos echamos la mano mutuamente.

1 comentario:

Gatopardo dijo...

Por suerte para nosotros es el Periferico y no el Viaducto el que nos separa, linda...