26 de octubre de 2012

Señora...

Pfft, a estas alturas ya no debería sorprenderme que me avienten un "SEÑORA" a la menor provocación. La verdad ya no recuerdo la primera vez que tuvieron la ocurrencia y me hicieron sentir como una gorda, pechos caídos, canosa, fuera de la cancha y -peor- ¡en dónde carajos me vieron al marido y al chamaco!
Pues sí, supongo que en eso también aplicamos el estereotipo, lo q yo qisiera es que alguien me dijera en qué fregados me encaja a mí. De entrada creo que evitaría amamantar al chamaco en público... Y pa como van las cosas sepa si vaya a haber chamaco...
Pero, bueno, superando lo de la 'señora' y regresando al punto anterior, pa las personas más bien ya estoy pintando más pa solterona que para señora. Pongánle: a un mes de cumplir los 30, sin hijos, con un galán que no tiene ni pa cuándo hacerme la proposición seria, pero que tampoco me deja ir (pos no vaya siendo que otro le gane a la reinita), con un hijo perro (en lugar de la señora de los gatos, soy la mamá del perro altamente cariñoso y codependiente)...
La cosa no pinta chiro. No. Pero,pues, si a esas nos vamos, neta mejor les digo como me llamo y nos evitamos el tan popular pero no por eso menos odiado "seño".

1 comentario:

Javier dijo...

La primera vez que me llamaron de usted se me arrugaron los huevos. De aquí a nada en el hoyo, ¿qué le vamos a hacer?