1 de junio de 2008

Con fondo de jazz

Me enseñaste a no dormir de noche sólo entre brazos,
a hablar como se le habla a los gatos,
a entrar al amor en el espiral de tu regazo,
a borrar el límite del horizonte en un orgasmo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Y ahora escribes historias de amor en mi piel.