21 de abril de 2008

Mientras hacemos el amor

Sudo,
sudo mucho
en las madrugadas, cuando recién despierto,
tapada hasta el cuello
y soñando con tu pelo.

Sudo durante las mañanas,
al medio día,
y hasta de madrugada.

Sudo cuando viajo en metro
y voy distraída
junto al hombre
que pone su axila junto a mi cara
y me asfixia.

Me asfixia su hedor
y mi sudor entonces me sofoca
y se envuelve en migraña
y en una gota por mi espalda se resbala.

Sudo entonces dentro del metro,
en el camión,
cuando laboro
y estoy sentada mientras tecleo,
y me encuentro rodeada de otros sudores,
quemándome en sudor frío
oliendo su sudor podrido.

Sudo igual mientras camino
y el sol se me clava como 30 espadas,
como un horno que me consume en 30 mil brasas.

Sudo igual durante el sexo.
Suda mi abdomen
como antes no lo hacía,
sudo y lames mi sudor,
sudo
y mi frente se atesta de sudor que tu lames,
y derramo sobre tu cara gotas de sudor.

Sudo
y estoy junto a ti
y mi sudor pierde autonomía
y mi sudor
y tu sudor
se confunden
mientras hacemos
el amor.

Y es entonces que adoro el sudor.

1 comentario:

~corbeau dijo...

en estos dias de calor.. viviendo en acapulco.. me aria bien ver el sudor como lo describes tu...



sooo

Dulces Lunas...