1 de julio de 2009

Neurótica, egocéntrica e impulsiva

Hace mucho que no escribo poesía. A veces me entra la necesidad, pero luego resulta que no hay rimas. Tampoco historias. Quizá quedé curada de espanto de contar lo mío y de que me juzgaran. Tal vez lo que necesito es dejar de escribir mi vida. Anuar sigue diciendo que tengo que decir la verdad. Adrián sigue diciendo que debo dejar de escuchar a los demás.

------------
Hace tres días me volvió a salir un estúpido herpes (fuego) bajo la nariz, arribita del labio. Me dio muchísima comezón desde el inicio; nada que el Aciclovir no pudiera detener. La última vez que me salió evitó que besara a mi ex durante más de una semana. La relación terminó unos días antes de que el herpes decidiera irse. Hoy es día en que no puedo recordar el último beso de mi ex.

------------
Van como 5 veces que pasa por mi cabeza el serio pensamiento de dejar las clases de francés. Cuando estoy por tomar la decisión última de decir "Au revoir" resulta que paso el examen mejor de lo que imaginé. La cosa es que las clases matutinas no son lo mío, menos ahora que duermo más de lo que cualquier día pude. Soy fan de mi cama. Más aún de mi cojincito antiestrés.

-----------
He creído estar enamorada en muchas ocasiones. En ésta última la confusión me aqueja. Quizá porque ahora sí estoy cuestionando el sentimiento del amor, el del apendejamiento y el de la calentura inusitada (¡ay!). La doctora psicóloga hizo fuertes declaraciones al respecto: dijo que las personas se relacionan por sus patologías. Es probable que tenga razón y el sujeto en cuestión et moi estamos igual de enfermos. Por eso nos aguantamos todo.

-----------
Últimos diagnósticos psicológicos (que ya había adelantado el ex):
1. Que soy una neurótica. Ah! pero lo que él no sabe es que estoy a nadita de pasarme del lado de los psicóticos.
2. Que soy egocéntrica. Además ella agregó -por tan sólo 50 pesos la sesión- que soy violenta, mediocre e inestable.
3. Que mi impulsividad es la madre de todos mis problemas. Y como no pienso en las consecuencias ni me imagino en la situación...

-----------
Otra vez la pila de la compu se acaba.
Y muero de sueño.

Quisiera dormir 12 horas, calientita, con su cuerpo tras mi espalda, su brazo bajo mi cuello y su respiración en la mejilla. Y que ambos despertemos a la misma hora, con el mismo apuro.

1 comentario:

Ana dijo...

Jajaja me encanta como escribes! Y tmb un herpes fue el ultimo testigo de una malhabida historia de amor..