21 de diciembre de 2009

De la buena suerte

Aldebarán y yo nos encontramos un colibrí en los Viveros de Coyoacán. Ya somos papás. Jiji.

(ud disculpará el greñero).

(El colibrí estaba todo tullidito, el pobre, el frío no le permitía siquiera moverse).

(Nuestro pequeño se llama cacahuate)

(Ahora sólo esperamos que sobreviva al invierno infernal)

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