9 de julio de 2007

Y ahora

Una sonrisa
una cadena indescifrable de momentos que terminaron en dos manos entrelazadas,
en tus labios agradecidos,
en un abrazo inundado en whisky, sudor,
multiples quieros masticados entre lenguas,
luces multicolores
y siempre una distancia.
Tu solo, yo sola,
ambos sabiéndonos la soledad en la garganta, en frustraciones y sonrisas,
dialéctica de cuerpos que así como se atraen se dejan,
física básica,
hambre de algo que nos hacía perseguirnos y dejarnos ir.
Una reunión narcisista,
una orgía musical,
y entre todo eso un baile
dos moviéndose el uno para el otro
escapando de todo
abstraídos de tangos,
tonos malva y crímenes desperdiciados.
Un destino en que el primer abrazo ya era un adiós,
tres segundos y no habría nada más.
Una única palabra permanente
un destino sentido en el fondo de la abstracción,
una resta: tu menos yo
y vuelvo a ser yo
andrógina solitaria ultimada por esa tu decisión eterna.
Una caricia suave, una forma de hacer el amor,
una conciencia de que el amor acoplado es para los extraterrestres.
Una certeza de que yo no soy extraterrestre
soy andrógina sin dolor.
Eins, zwei, drei, vier, fünf, sechs, sieben, acht, neun
Null.
Una negación aceptada demasiado a tiempo.
Una falta,
un ahora,
un adiós mal dicho en alemán:
auf Wiedersehen:
nichts.

1 comentario:

Nancy Martínez García dijo...

Eres luz que alumbra el día, te adoro pequeña.