4 de septiembre de 2007

sin título

Fuiste esperanza y algodón,
un tejido de palabras,
una historia sin tiempo deshilvanada.

Fuiste una luz que todo iluminó,
que me llenó de espasmos la historia épica,
de idas y venidas sin decoración.
Te volviste ritmo callado,
visitante profundo,
milagro de segundos en carmín marcados.

Y sólo ayeres y mañanas,
imágenes latentes,
cepillos de dientes y tazas de baño.

Entonces la implosión vino de una sola palpitación,
de aquella primera mirada de deseo,
de esta terca imaginación.

Ahora el canto de sirenas.
Largos orgasmos.
Muerte de juerga.
Notas circenses y fosforescentes.

No hay comentarios.: