16 de julio de 2008

Poema 1

Mi sueño arañó el negro de tus ojos y entró por las hendiduras,
te acarició entre los gritos,
el temblor,
el baile en redondo y sin ritmo,
el viene y va de tu piel húmeda
por mi abdomen, el que codiciabas con la punta de tu lengua,
por encima de los parches en las ventanas
y del canto de las ambulancias.

Mi sueño quiso llenarse de ti como anoche,
la otra noche,
y la tarde naranja en que me colmé de ti
y te llenaste de mi
y repetiste mi nombre - repetiste mi nombre -
y yo estuve a nada de gritar amarillo.
(Amarillo que es lo mismo que felicidad y sonrisa
y azúcar disuelta o mango).

Entonces diste la vuelta y mi sueño salió por las hendiduras.
Se quedó en el borde de tu ventana acunclillado,
te miraba en el descanso y se preguntaba.

Sus uñas largas volvieron a lijar el borde de tus ojos.
Entró sin suspenso.
Sufro insomnio desde entonces.

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