25 de abril de 2010

Sinopsis indefensa

Te conocí una noche sin pensar que volvería a verte. En serio. Nunca pensé que vería tus ojos o que tocaría tu piel una o mil veces más. Incluso llegué a suponer que habíamos terminado entre sábanas porque el calor de la noche o el alcohol de las botellas. Luego pensé que era amor. Quién sabe.

Pero pasó. Nos encontramos, y agradecí al destino y maldije a todo aquel que quiso obstaculizarnos. Y te di todo. Te entregué mi corazón insomne, mi mente enloquecida, mi brazo roto, mi rostro deforme, mi estómago vuelto horno, mis cabellos de estropajo, mis ojos escamosos, mi desorden generalizado.

Todo fue tuyo.

Nada quisiste tomar.

Ahora lo recojo de nuevo.

Lo tomo entre mis brazos y lo guardo bajo llave. Puede que nunca vuelvas a tenerlo. Puede que jamás. Nunca es una palabra limitada. Jamás es casi eterna. Lo cierto es que aquí está todo: corazón, mente, brazo, rostro, estómago, cabellos, ojos, desorden. Es mío. Pudo pertenecerte. Pero quién sabe.

¿Que si te lo entregaré de nuevo...? No sé. Tal vez ya haya perdido la llave. Tal vez ya se lo haya entregado a alguien más.

No hay comentarios.: