Luego el nuevo acueducto deprimido de Constituyentes del que ya hablé y que - aunque ahora no reqiero - sí me dio en la madre cuando me transportaba diariamente para llegar a la redacción chilanga.
Total que ayer constaté que siempre le llega a uno su momento. Ya he hablado del novio chocolatoso - que últimamente es objeto de manoseo literario en este blog - y también había mencionado lo lejos que vive: hasta la hermana - ¡no, qué hermana!, ésta ha de ser sobrina lejana o igual y hasta amiga del padrino - República de Tultitlán y que hacía horas en llegar. Pues es tiempo de echarle flores a Ebrard y a Peña Nieto - sí, ya sé, pero es q esta vez sí que le dieron al clavo -.
En verdad, el suburbano es la onda.
Sí, puede que esté carísimo - el chilango anda ganando por ahí de $52.59 como salario mínimo, de ese dinero tendría q gastar la mitad para transportarse (a Lechería sale en $12.50 y además hay que pagar $11.5o de la tarjeta que es única e intransferible... de veras, ora nada d andar prestándola xq checas al entrar y al salir y si la pierdes o algo ya te la pelaste) y lo q sobra para comida corrida decente y barata, muy barata -, otro problema: que las líneas estén escondidísimas detrás de las zonas industriales - lo que podría ser en realidad un peligro para las mujeres, por obvias razones - y que no esté listo y ya lo hayan entregado - como pasa usualmente por estos lares -...
Omitiendo estos puntos importantísimos hay que decir que tardar sólo una hora para transportarte a la morada del futuro marido no tiene precio.
Ventajas:
Nos queda bien reqetecerca a ambos.
Evitaremos el asqeroso periféricooooo y el paradero de Four Ways!!!!
Nos ahorraremos los berrinches.
No nos andaremos mordiendo las uñas xq nos ganan las ansias de llegar.
Luego entonces administraremos mejor el tiempo y el calorcito mutuo.
Luego de conocer el suburbano emprendimos el regreso a "México". Tábamos en lechería cuando nos encontramos a un fotógrafo que además de ofrecernos empleo nos solicitó nuestra ayuda, nos tomó como 6 imágenes que según nos dijo integrarían un libro y una revista y blah y pues ni tardos ni perezosos le colaboramos.
Total que casi casi nos sentimos el marín y la enfermera de la foto de Alfred Eisenstaedt.

Así somos de románticos nosotros.
3 comentarios:
Administrar calor???
jajajaja... estuvo bueno
El marine y la camarera por ejemplo en un puerto cualquiera de cualquier ciudad. Genial
Me gusta tu blog
Me gusto mucho la narración.
Sería bueno que ya no llegaras tarde a la repartición de las obras públicas.
De haber sabido te hubiera avisado cuando ns invitaron a la inauguración del suburbano.
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